Minimoni, ha crecido, ya va a la escuela de mayores. Y aunque le sigue encantando pintar y dibujar, ahora hace muchísimas cosas más. A ella le gustan todos los días de la semana porque siempre tiene planes y hace cosas divertidas, menos los domingos. Los domingos se aburre muchísimo, nunca hay nada que hacer… ¿O no?
Esta es una entrañable historia de aventuras, con un final totalmente inesperado, que esconde una preciosa lección. Y es que tenemos mucha suerte de aburrirnos, porque se nos brinda la oportunidad perfecta para ser creativos.
Es perfecto para hablar y trabajar:
- La imaginación.
- La creatividad.
- La gestión de momentos de aburrimiento.
- La búsqueda de alternativas de juego.
- El aprecio a los momentos de calma, sin planes.
- La necesidad de escucharnos a nosotros mismos y disfrutar del momento.
- Autora: Rocío Bonilla.
- Editorial: Algar.
- Número de páginas: 32.
- Encuadernación: tapa dura.