¡No va a ser una noche tranquila!
En el Claro de Luna, el hechicero Zirroz hace que todas las piedras preciosas se desprendan mágicamente del castillo.
Para detenerlo, los peques avanzan a hurtadillas por el jardín del castillo recogiendo guijarros de colores.
En el momento adecuado, podrán cambiarlos por las joyas robadas sin que nadie lo note.
Pero, ¡cuidado! ¡Los colores tienen que coincidir o no funcionará el plan!
Gana quien rescate más piedras preciosas.
Este juego cuenta con una puesta en escena muy llamativa, los peques tendrán que montar el castillo encantado, que forma parte del mecanismo del juego, que hace que las piedras preciosas aparezcan como por arte de magia.