Set de 36 bloques de madera con corteza, ligeramente tratados para conseguir un tacto agradable pero sin alterar las texturas naturales de la madera.
La corteza del árbol, que se conserva intacta, aporta una información sensorial muy valiosa, y aporta también beneficios propios del juego en exterior. Conectando a los peques con la naturaleza y con su propio entorno.
Este es un material totalmente desestructurado y a través de la manipulación y la experimentación, los peques descubrirán un montón de posibilidades de juego: apilar, construir, hacer caminos, crear patrones, diseñar mandalas…
Así, este material nos encanta porque:
- Aporta una experiencia sensorial maravillosa (el olor de la madera, sus rugosidades, sus formas…)
- Favorece el juego libre.
- Fomenta la imaginación y la creatividad.
- Trabaja la motricidad fina y la coordinación.
- Aumenta la tolerancia a la frustración.
- Es un complemento ideal para el juego simbólico y para la creación de minimundos.