Calendario circular donde los días construyen semanas; las semanas construyen meses; los meses, estaciones hasta completar el año, cambiando las piezas de color, que nos indican el tiempo futuro, por el color madera que nos indica que ya es pasado.
Basado en La Educación Cósmica de María Montessori y en la teoría del color de la pedagogía Waldorf.
Es una poderosa herramienta para la adquisición del concepto abstracto y cultural del tiempo.
Tamaño: 35 x 35 cm.
Contiene:
- 60 piezas realizadas en madera de haya de 18 mm pintadas con pinturas acrílicas no tóxicas.
- 35 Espigas de madera de haya de 30×6 mm (distintos colores dependiendo del día de la semana).
- 6 piezas de abedul para días especiales.
- Tablero realizado en madera de pino de 16 mm. Protegido con cera natural.
Como se utiliza:
El calendario anual se presenta con un tablero circular en el que tenemos una zona amarilla en la parte central que representa al sol. Como sabemos, un año es el tiempo que tarda la tierra en dar una vuelta alrededor del sol (movimiento de translación).
Rodeando esta zona central, encontramos 31 agujeros que corresponden con los días que contienen cada uno de los meses. Cuando se inicia el mes, se colocan las espigas en dichos agujeros (31, 30, 28 o 29, dependiendo del período que se comience). A su vez, estas espigas se presentan en siete colores diferentes que se corresponden con cada día de la semana, siguiendo las indicaciones de la pedagogía Waldorf:
Lunes violeta Viernes Verde
Martes Rojo Sábado Índigo
Miércoles Amarillo Domingo Blanco
Jueves Naranja
Los meses se representan con 12 sectores de color que responden al círculo cromático de Goethe, que a su vez están divididos en sectores, que se corresponden con las semanas. Así, los colores se agrupan de la siguiente manera:
Invierno: Púrpura y azul . Verano: Amarillos y naranjas.
Primavera: Verdes Otoño: Rojos y marrones.
Al inicio del año natural o del día que empecemos a usar nuestro calendario, distribuiremos las piezas de “días especiales”, que permiten al niño identificar espacios temporales ya conocidos: cumpleaños, viajes, fiestas… Cada uno dibujará en la propia madera o en las etiquetas circulares de color un elemento que considere representativo del evento que se celebra.
El siguiente paso será ir colocando cada día la espiga del círculo central que corresponde con el número y el color del día de la semana en su agujero correspondiente.
Las piezas son reversibles, de modo que, cuando ha terminado la semana en la que estamos, se les da la vuelta y las piezas se quedan en madera natural (sin color). Las espigas que han compuesto la semana volverán a la zona central también dadas la vuelta para mostrar una zona sin color. De esta manera, indicamos el paso del tiempo: color = futuro/ ausencia de color = pasado.
Por último, según va pasando el tiempo, va apareciendo un icono que se identifica con cada una de las estaciones. El dibujo se completa al pasar los tres meses.