El Arcoíris Waldorf de siempre, al que se le han añadido diferentes surcos y rugosidades para convertir el juego en toda una experiencia sensorial. Está compuesto por 12 arcos en diferentes tamaños y colores, con el que se podrán realizar infinitas combinaciones. Podremos construir una alta torre, una larga carretera y hasta un parque lleno de toboganes, el límite está en la imaginación.
Es un material muy versátil, desestructurado y que ofrece un montón de posibilidades debido a su forma curvada y es un complemento ideal para el juego simbólico.
Nos encanta porque:
- Favorece el juego libre.
- Trabajamos la motricidad y la coordinación oculo-manual.
- Estimula la imaginación y la creatividad.
- Ofrece posibilidades infinitas.
- No tiene edad, es útil desde que el bebé se sienta, y resulta entretenido incluso para adultos.
- Gracias a los surcos de la madera se convierte también en un material sensorial muy interesante y atractivo.
La textura es pulida pero protegida con ceras naturales. Está fabricado en madera de abedul de gran calidad y con ceras, pigmentos y pegamentos orgánicos. Su mantenimiento es muy sencillo y para mantenerlo en perfectas condiciones recomendamos no sumergir las piezas en agua, ya que la madera podría absorber la humedad.